La Insigne Colegial fue construida con aires catedralicios durante el renacimiento y el barroco, cuya pretensión fue tener sede episcopal independiente del obispado de Cartagena añorando la primitiva sede episcopal de Lorca. A principios de marzo de 1452 el ejercito nazarí entró al Reino de Murcia por Lorca y llegando hasta la ciudad de Cartagena. Las tropas que salieron al auxilio fueron comandadas por el Alcaide de la Fortaleza de Lorca D. Alonso Fajardo. La batalla se produjo en los Alporchones, lugar aledaño a la localidad, en donde las tropas cristianas de Lorca consiguieron la victoria deseada, el día 17 de marzo de 1452, día de San Patricio. Hecho que propicia la construcción de un nuevo templo consagrado al santo en el lugar donde se ubicaba el antiguo templo de San Jorge.
Para la construcción de la Colegiata fue necesaria la obtención de la bula papal concedida en 1533 por Clemente VII a instancia del deán de la catedral de Murcia Sebastián Clavijo, que se convertiría en primer abad de la Colegial. La obra se dilató durante 250 años entre 1536 y 1780, fue realizada siguiendo un estilo renacentista y posteriormente barroco. La traza del templo la dio el maestro de obras de la Diócesis de Cartagena Jerónimo Quijano. Tras el Concordato de 1851 entre la Santa Sede y el Estado español, San Patricio perdió su dignidad de Colegiata, como sucedió con otras colegiales españolas.